“CAMBIARA EL TIEMPO”… ¿SERA VERDAD?
Siempre se ha atribuido el dolor de huesos al frio a la humedad o a factores ambientales. El cambio del clima es percibido por la mayoría de las personas como agravante de dolores osteoarticulares. El frío representa un estímulo para el organismo, que reacciona contrayendo los músculos como un mecanismo de defensa, lo que provocará que aparezca el dolor en aquellos pacientes con enfermedades reumáticas. Por otro lado la humedad, pero principalmente los cambios de la presión atmosférica, cuando va a cambiar el tiempo, parece que afectan a algunas terminaciones nerviosas, agravando el cuadro de este tipo de enfermedades que afectan al aparato locomotor. En cualquier caso, no existen estudios científicos que puedan evidenciar y dar una explicación a esta realidad, sino que esta relación frío-dolor articular, es una manifestación de los pacientes, lo que dicen y sienten
Sin embargo, detrás de este tipo de dolencias, pueden encontrarse otras patologías asociadas al reumatismo o a la artritis, artrosis, o bien, osteoporosis.
Reumatismo
Con seguridad, en más de una conversación entre personas grandes hemos escuchado ese término: que sufren de reuma y en realidad no lo pasan muy bien. Sin embargo, el reuma o reumatismo no es una enfermedad en sí misma, sino que una serie de síntomas de algunas enfermedades que afectan a las articulaciones, los huesos y músculos, y que se traducen en diferentes trastornos caracterizados por dolor, rigidez y aumento de la sensibilidad.
VEAMOS…
Artrosis Es una enfermedad producida por el desgaste de la articulación que lesiona los cartílagos, y sin la amortiguación que ellos nos garantizan, los huesos se rozan con el consecuente dolor y deformación y, en ocasiones, la pérdida de su movimiento normal. Es uno de los reumatismos más frecuentes. Afecta en menor o mayor grado a todas las personas después de los 55 o 60 años, pero solo en unas pocas será lo suficientemente severa como para dar síntomas.
Puede aparecer en cualquier articulación del organismo, pero por lo general afecta a las de los dedos de las manos, las rodillas, las caderas y la columna cervical y lumbar.
Las causas son múltiples y varias de ellas suelen estar presentes en una misma persona por lo que sus posibilidades de desarrollar la enfermedad aumentan. Algunas de estas causas son:
- Envejecimiento: la artrosis es una enfermedad de personas mayores. El desgaste de la articulación producido por el uso durante años, junto con la menor capacidad de recuperación de los tejidos, son factores importantes.
- Herencia: en algunos casos, existe una predisposición hereditaria. Este tipo de artrosis afecta más a las mujeres.
- Obesidad: predispone a la artrosis en las caderas y rodillas ya que el sobrepeso daña el cartílago articular.
- Trastornos por sobrecarga: cuando la forma de la articulación o de un miembro no es la normal, por ejemplo, cuando una pierna es más larga que la otra, se produce un desgaste mayor en toda la articulación o en la parte de ella que soporta mayor peso.
- Lesiones locales: cuando existen fracturas, golpes importantes o inflamaciones de cualquier causa en una articulación, el cartílago tiene predisposición a enfermarse más pronto.
Artritis significa "inflamación de las articulaciones." La artritis implica inflamación (hinchazón) dentro y alrededor las articulaciones del cuerpo, la inflamación puede resultar dolor, rigidez, e hinchazón. La articulación se deteriora progresivamente y el cartílago amortiguador suave de las articulaciones se va perdiendo gradualmente, haciendo que los huesos se gasten al rozarse el uno con el otro. También pueden empezar a desgastarse los tejidos blandos de las articulaciones. La artritis puede ser dolorosa y finalmente puede resultar en movilidad limitada, pérdida de la función de la articulación, y deformidades en las articulaciones afectadas. La forma más común de la artritis es la osteoartritis o artritis de "desgaste natural", que se vuelve más frecuente a medida que la gente va envejeciendo.
Osteoporosis: Nuestros huesos están vivos. Todos los días, nuestro cuerpo reemplaza las células viejas en el hueso y fabrica hueso nuevo en su lugar. A medida que envejecemos, los huesos se degradan más rápido de lo que los reponemos. El adelgazamiento del tejido óseo y la pérdida de la densidad en los huesos con el tiempo se llama osteoporosis y se presenta cuando el organismo no es capaz de formar suficiente hueso nuevo, cuando gran cantidad del hueso antiguo es reabsorbido por el cuerpo o en ambos casos.
El calcio y el fósforo son dos minerales esenciales para la formación normal del hueso. A lo largo de la juventud, el cuerpo utiliza estos minerales para producir huesos. Si uno no obtiene suficiente calcio o si el cuerpo no absorbe suficiente calcio de la dieta, se puede afectar la formación del hueso y los tejidos óseos. A medida que uno envejece, el calcio y el fósforo pueden ser reabsorbidos de nuevo en el organismo desde los huesos, lo cual hace que el tejido óseo sea más débil. Esto puede provocar huesos frágiles y quebradizos que son más propensos a fracturas, incluso sin que se presente una lesión.
Podemos hacer algo para tener huesos más sanos…
Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde para cuidar nuestros huesos.
Consuma
una dieta bien balanceada y rica en calcio y vitamina D.
Fuentes de calcio:
- Leche de soya (fortificada con
calcio)
- Verduras de hojas verdes (por
ejemplo, brócoli, repollito Bruselas)
- Repollo
- Porotos y
legumbres
- Sardinas o salmón con huesos
comestibles
- Camarones o langostinos
- Jugo de naranja (fortificado con
calcio)
- Nueces o almendras
- Productos de leche (leche, queso,
yogur)
Además: Es importante a su vez tomar el sol
con precaución y un tiempo limitado, evitando de esta forma exposiciones
prolongadas. Esto contribuye a que se sintetice vitamina D en nuestra piel y
sea correctamente asimilada por los huesos...y EJERCICIO.
ESPERO LES SEA UTIL…
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